Ilustración digital

No sabría decir si realmente es así , como tampoco sabría decir en que momento sostuve un lapicero por primera vez. Mi madre cuenta que desde que fui capaz y aprendí a utilizar pies y manos para coger todo aquello que encontraba a mi alrededor, de alguno de ellos siempre asomaba un "plastidecor". El cual a pesar de su estado maltratado, conseguía mantener lo suficientemente operativo para la que venía siendo mi misión vital de aquellos días: El sabotaje de muebles, cortinas y paredes con lo que podría ser el electrocardiograma de un cohete momentos antes de despegar. 

Mis recuerdos no alcanzan esos días pero si recuerdo, no muchos años después, verme en la "salita de estar" de la casa de mis "yayos del tren" , tardes enteras; meciéndome en la cómoda de tía Dora , viendo a mi "yayo pintor" incansable, feliz y lupa en mano, ilustrar con sus lapiceros de carbón paisajes y rincones de la España de la época o retratando a personajes famosos, familiares y amigos en sus cuadros. Cuadros que yo replicaba "fielmente" en los espacios en blanco del "Lecturas", la "Super Pop" o "el jueves".

Fueron muchos años dedicados al dibujo en cuanto se podía y cuando no se podía también.

Intentando encontrar la  explicación para mi abandono súbito y absoluto de todo lo relacionado con el dibujo solo doy con suposiciones planteadas por mi mismo pero sin fundamento alguno.

Lo positivo de todo lo que fuere, que gracias a que se diera ese abandono pude años después volver a  reencontrarme con mi pasión y los recuerdos de mi abuelo.

Tuvieron que pasar casi dos décadas para que gracias al Ipad del trabajo volviera a dibujar.

Y de volver a dibujar en el Ipad de la ofi a formarme en Diseño Gráfico, Diseño Web y Arte Digital, trabajar en proyectos de todo  tipo como "free lance" y arrancar mi propio estudio de diseño creativo, con mi pareja y mi hermana en el equipo de trabajo.